VISIONS DU RÉEL 2022: CERRO SATURNO DE MIGUEL HILARI
Mónica Delgado, April 11, 2022
Originally published in Desistfilm
En la sección de la competencia de cortos y mediometrajes del festival suizo Visions du Réel 2022 se presentó Cerro Saturno, nueva obra del cineasta boliviano Miguel Hilari. En sus trece minutos, Hilari explora en un código distinto una dicotomía usual en sus trabajos previos: la confrontación del espacio mítico o ancestral con los ecos de la modernidad, aquí entendida como el desarrollo de las urbes y el desplazamiento de comunidades bajo la mirada de un supuesto progreso. Si en Compañía (2019) o Bocamina (2019), también las tensiones entre campo y ciudad van modelando el terreno de la representación, aquí en este nuevo trabajo Hilari propone una serie de planos desde la distensión entre abierto/cerrado, entre estepas y el hacinamiento urbano en tiempos de la COVID-19.
Los recursos que emplea Hilari en Cerro Saturno son nuevos dentro de su breve filmografía. Planos fijos muy abiertos de paisajes tensados por un blanco y negro- fotografía a cargo del mismo cineasta- nos permite admirar estos entornos de paz, donde las personas apenas se divisan en las lejanías. El plano de inicio del cortometraje permite incluso la abstracción, a partir del tiempo que el cineasta determina para esta contemplación de los espacios, desde una textura granulada, que hace ver los cielos cual mar de inmensidad, y que en algunos momentos posteriores lucen gobernados por una luna imponente. Esta horizontalidad en la determinación del espacio se irá contrastando con una segunda parte, que se vuelve la mirada política en relación a la primera parte: Rostros de personas en microbuses o colectivos y que nosotros vemos como espectadores desde el tamiz de las lunas de los vehículos empañadas por la lluvia. Así, el director establece una correspondencia importante desde este minimalismo, sin diálogos ni personajes, en una tensión que no requiere mayor virtuosismo que la de mostrar estos rostros de mujeres, hombres y niños atrapados en el tráfico, con tedio y resignación. Este paso de lo general a lo específico muestra la decisión formal más asertiva de todo el cortometraje.
La confrontación histórica entre campo y ciudad queda plasmada en Cerro Saturno desde dos componentes mínimos de observación, entre paisajes y rostros con mascarillas que van develando también el clima social en medio de la pandemia. Pero, más allá de esta relación por oposición, el cortometraje también puede verse como la construcción de un mito o relato fundacional, desde la casi nada del desierto hasta la aparición de cumbres y nevados. Todo también compuesto desde un diseño sonoro que convierte el estertor del viento, truenos o lluvias o los cantos de aves o demás fauna en motivo de los diversos paisajes a modo de expectación. Y donde el paso de la montaña a los postes de alta tensión van materializando esta progresión hacia el detalle de los rostros, desde un encuadre cerrado, que no permite adivinar la urbe que los cobija. Luego, Hilari finaliza este corto con una escena nocturna, como cierre de esta jornada, a partir de un único plano general, que deja ver una ciudad, La Paz, desde las lejanías, intentando, a su manera, retomar las formas del paisaje inicial.